Ha pasado la huelga general convocada contra la reforma laboral realizada por el gobierno de Zapatero.
En ella y junto a los líderes de CCOO y UGT se dejaron ver los portavoces del llamado nuestro sindicato en Madrid. A ella acudieron en representación de nuestro antiguo oficio junto a unos "cientos" de simpatizantes o afiliados sumándose a una reclamación necesaria y sin duda tardía.
El objetivo del paro, por lo que sabemos, ni ha tenido efecto ni lo va a tener excepto en la nómina de los que afortunadamente aún tienen trabajo o en los números trimestrales de la maltrecha economía nacional...
La triste realidad es que, solidaridad aparte, nuestro oficio lejos de necesitar una reforma laboral lo que demanda a gritos es una regulación laboral. Asunto que parece pasar desapercibido a nuestros "representantes" y a muchos de sus oficiantes.
¿Esa fantástica energía, esa capacidad de convocatoria, esa relevancia social (al menos la de algunos), no podrían utilizarse en común esfuerzo para luchar por lo que realmente necesitamos y nos corresponde?
¿Por qué no ahora?
viernes, 1 de octubre de 2010
¿Y ahora?
Publicado por
611 Teatro
a las
8:01
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