martes, 31 de marzo de 2009

¡Como un tiro!


Ayer pasamos la obra de un tirón: irregular, arrítmico, balbuceante y torpe era nuestro caminar sobre la estructura, como niños aprendiendo a caminar en bicicleta. Dos horas de palabras, gestos, cigarrillos y tensiones que finalizan en lágrimas y abrazos, duró nuestro primer recorrido por esta personal y común odisea.


Ahora queda ajustar, medir, potenciar, exprimir para al final ser, en ese lugar mágico, y durante un instante, el que habla con verdades y conmueve a los que miran. Quedan unos días de esfuerzo, para coser con rigor los desatados trozos de un todo enorme al que ya casi miramos de tú a tú...
No nos va a faltar el aliento, ni nos vamos a rendir, ahora más que nunca sentimos la emoción de lo que deseamos y tememos que ocurra. Nuestro verdadero primer proyecto se materializa...
¡Vamos Enzo!

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